Del 15 de noviembre de 2019 al 1º de marzo de 2020

Esta muestra reúne algunas de las más importantes obras de Rubén Orozco caracterizadas todas ellas por el “hiperrealismo”, corriente artística que lo caracteriza. Ha dedicado su trabajo escultórico fielmente a una sola convicción: reinterpretar la realidad, recalcando que él es uno de los únicos, si no es que el único en todo México que realiza este tipo de esculturas, dándole una gran fama y una fuerte presencia a nivel mediático.

Algunos monumentos de los que destacan, es la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres: Rafael Preciado Hernández (2009), Rita Pérez de Moreno (2010) y Juan José Arreola (2015). Además la estatua de la diosa Themis en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco (2012) y la escultura de Nelson Barrera en Ciudad del Carmen Campeche.

Rubén Orozco se inspira en el ser humano, personajes, experiencias y momentos vividos. Según la crítica especializada, su obra “se adueña de las redes sociales gracias a su gran talento para crear figuras de diversos personajes que han atraído las miradas de todos por su gran realismo”. Sus esculturas cuentan una misteriosa reflexión de la humanidad, donde no es imitada sino recreada capturando la esencia del ser.

Cuenta con varias exposiciones individuales y colectivas como en el Congreso Internacional de la Familia, Guadalajara, Jalisco (2009) y en Carrara, Italia (2006). Actualmente sus obras forman parte de colecciones particulares en Argentina, Austria, Estados Unidos, Inglaterra, Italia y México.

Por tal motivo, el Museo de Arte Contemporáneo se complace en presentar esta exposición donde el realismo será su principal centro de atención y el público analizará un proceso de observación, de cuestionamiento, de entendimiento, de apropiación y de resignificación de la realidad que es lo que Rubén Orozco Loza pretende.