“Mi primer latido no irrumpió en soledad; ya fue en el cobijo de otro cuerpo, ya latí hospedado en otra carne”

Hugo Mujica. Si bien la ciencia, en lo particular la física, dice que ningún cuerpo puede ocupar al mismo tiempo el lugar de otro, el pensamiento, la filosofía, si lo pueden. Las cosas son al mismo tiempo “contenidas” y “continentes” (que contienen) de otras; todas las cosas de una u otra manera están contenidas en otras y a su vez éstas son continentes de otras. Es justo ahí en ese ser contenidos y ser continentes en donde baso el proyecto en el cual he estado trabajando desde hace dos años y que pretendo continuar. Hacer una reflexión de cosas que habitan en un mismo lugar, si no es precisamente un lugar físico, sí es un lugar de pensamiento; habitan, moran, en un mismo espacio.

El presente trabajo está planteado desde el ámbito de la filosofía, a la luz de la fenomenología, basado en autores como Merleau Ponty desde su filosofía del cuerpo; del cuerpo como continuidad del mundo y de Peter Sloterdijk: “dos se agrupan sin dejar de ser”. Reflexionar sobre esos lugares comunes entre las cosas es hacer conciencia que todo es parte de un mismo sistema y cómo todos somos responsables de un todo, de nuestro mundo en el cual habitamos, del cual somos moradores todos.